La respuesta, como buena dualista que soy, es SÍ y NO. Pero en esta Newsletter me voy a decantar por el sí con más rotundidad y os voy a “sermonear” un poco.
Yo soy una enamorada de las redes sociales, en sus dos facetas, como usuaria y como emprendedora, pero últimamente veo que los emprendedores están poniendo todas sus cartas en redes sociales. Nada más.
Los que habéis leído El Cuaderno del Emprendedor sabéis que hago una distinción entre sembrar y pescar y os recomiendo que hagáis las dos cosas para que vuestra estrategia de marketing sea lo más completa posible.
A pescar lo llamo marketing de amplitud. Tú sales todos los días a la arena comercial y lanzas tus instrumentos de pesca lo más ampliamente posible para pescar el máximo número de peces. Nada que objetar, nuestra tarea es vender, sin eso no hay proyecto.
Y a sembrar lo llamo marketing de profundidad. Este es mi favorito, porque yo no tengo muchísima madera de comercial, tengo más madera de agricultora. Os lo recomiendo siempre, os digo que para tener un proyecto sólido a largo plazo has de sembrar todos los días, pequeñas semillas que sin ser de retorno económico inmediato serán la cosecha futura, y será aquello que le dará solidez a tu proyecto.
Muchos de vosotros sembráis y pescáis, lo hacéis muy bien, y poco a poco os vais convirtiendo en marca de referencia, en proyectos que importan, que no apuestan por el “sálvese quien pueda” sino que van más allá y tienen una estrategia editorial, unos contenidos de calidad, unas alianzas significativas y unas iniciativas que no son únicamente creadas para vender, vender, y vender.
En este sentido las redes se nos están yendo de las manos porqué están dando la falsa sensación de que con gestión comercial y machacona de redes ya lo tienes todo hecho.
Pero esa carrera hacia adelante nunca la ganas, porque no hay suficiente, y todo va muy deprisa. Ahora Instagram es el súmmum y ya empieza Snapchat a bullir con fuerza. Hay que estar ahí y yo soy la primera que intento estar el mayor tiempo posible pero si eso es lo único que haces, solo estás pescando, y hace falta sembrar también.
No sé cuándo porque no soy adivina pero con redes sociales ocurrirá lo que ya ocurrió con el uso del mail en el principio de los principios, cuando todos los mails divertidos que te llegaban los reenviabas a todos tus contactos. Ahora eso ya es obsoleto, aburrido e irrelevante.
Llegará un momento en el que hace scroll en instagram a diario ya no tendrá tanto sentido porque ya no nos interesará ver bebés en sus camas, sofás en salones, libros en estanterías, pasteles en las mesas y fotos más o menos bonitas. Ya no nos interesará poner likes por doquier, o comentar lo bello que es tal producto que acabas de recibir por correo.
Y llegará el momento, o mejor dicho, ya ha llegado el momento, en el que ser visto va a ser muy muy difícil, porque hay una tremenda saturación de propuestas comerciales.
Y llegará el momento en el que los que lo apuestan todo a la pesca, para seguir siendo relevantes, tendrán que usar cada vez estrategias comerciales más potentes: más descuentos, más regalos, más sorteos, más sesiones fotográficas que den pie a poder estar en la brecha, los instrumentos de pesca cada vez más agresivos, los altavoces comerciales cada vez más ruidosos para ser escuchado.
Termino ya. Ya veis que os he sermoneado un poco. Lo que quiero que se os quede es que no os olvidéis de sembrar, que no persigáis el beneficio instantáneo únicamente, que tengáis una estrategia global que aporte sentido a vuestro proyecto, que aportéis un porqué que pueda resonar con vuestro público, que vuestros seguidores no acaben aburridos de recibir siempre lo mismo de vuestras redes sociales, más bien al contrario, que os echen de menos si no aparecéis.
La mejor manera de llegar donde queréis llegar dentro de unos años es empezar ahora a sembrar vuestro campo con semillas de calidad y en cantidad. La magia está en esas semillas.
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